sábado, 8 de septiembre de 2018

ENTREVISTA A EDUARDO BAKCHELLIAN

Eduardo Backchellian: “Además de River y Boca, Huracán fue uno de los grandes equipos que vestimos”



En 1976 el Globo inició una estrecha relación con Adidas. Por más de dos décadas, la marca de las tres tiras vistió al club. El vínculo terminó en 1998, en medio de la crisis económica que afectó a Gatic, la licenciataria local dirigida por un quemero.








A raíz de la masiva importación de calzado chino y la caída de la demanda, entre otros factores, a principios de junio pasado bajó sus persianas la empresa Extrema Gear, ubicada en el partido bonaerense de Esteban Echeverría. El cierre de esta planta, que fabricaba zapatillas Adidas, determinó la pérdida de 35 puestos laborales, que se suman a los 112 despidos de diciembre pasado, en un contexto económico y social cada vez más complejo. Este caso nos hizo acordar de la quiebra de la firma Gatic SA, también licenciataria de la marca alemana en nuestro país, que tenía su principal fábrica en el partido de San Martín. La “crisis del Tequila” en 1994, sumada a la apertura importadora y el estallido del 2001, derivaron en el cierre definitivo de la firma en 2004. 

El artífice de esa monumental estructura fue Eduardo Bakchellian (88), acaso el más próspero empresario de la industria del calzado en las últimas décadas del siglo pasado, y -lo más importante- fanático de Huracán.









-¿Cuándo obtuvo la licencia de Adidas?


-Mi primer contacto internacional fue en 1962 con la firma italiana Vibram, de las famosas suelas de goma. Luego, por intermedio de esa empresa, que tenía sede en Milán y trabajaba con Adidas de Alemania, conseguí la licencia para comenzar a fabricar en 1970 con esa marca. Fue un impacto fenomenal dentro del mercado argentino. Sucesivamente, también fuimos incorporando cerca de 12 marcas bajo licencia y tuvimos marcas propias, como Tiempo Libre, Envión y Signia. El crecimiento fue realmente formidable, siempre basado en buscar localidades del interior del país más postergadas, donde la gente cuando cumple 16 años se tiene que ir en busca de estudio o una fuente de trabajo.




-¿En qué época se produjo fue el apogeo de Gatic?


-Del 90 al 93. Fue fenomenal. A principios de los 80 y luego en los 90 exportamos calzado Adidas a Alemania, algo impensado, porque no daban abasto y nuestra calidad era tan buena como la de ellos. Aparte de eso tuvimos la marca de natación Arena, Le Coq Sportif, New Balance, LA Gear, Asics, Umbro y Reef. En el año 70, cuando empecé a fabricar Adidas, en el país no había más de veinte casas de deportes. Dejamos Gatic con 2.300 tiendas. Llegamos a facturar 350 millones de dólares por mes y la empresa fue cotizada en 400 millones de dólares.




-¿Y cuándo vino la debacle?


-Con el Plan de la Convertibilidad y la inundación de productos importados, algo que le manifesté al ministro Domingo Cavallo. Abrir de par en par las Aduanas fue tremendo. Entraban productos como si nada, sin ponerles derechos específicos. Con Alpargatas logramos que para los años 97 y 98 no pudieran entrar al país más de 11 millones de pares de todos los tipos de calzado. Pero en el 97, en vez de esa cantidad ingresaron 18 millones de pares y en el 98, 22 millones. Fue realmente un desastre. Lo que hicieron con Gatic no tiene nombre.




-¿Cómo se hizo hincha de Huracán?



-Soy de Parque Patricios: Caseros al 2600, entre Catamarca y Jujuy. Hincha loco del globo. Fui muy amigo de Luis Seijo cuando fue presidente del club y he tenido contacto con grandes jugadores como Brindisi, el finado Houseman y Larrosa. Inolvidables.



-¿Influyó su presencia en Gatic para que Adidas vistiera al primer equipo durante más de dos décadas?

-Obviamente. Huracán fue uno de los grandes equipos que tuvimos, además de River y Boca. Llegó un momento en que vestimos a diez equipos de Primera División. Hicimos un trabajo de relaciones públicas muy bueno que, cuando murió Pepe Peña, lo continuó Angelito Coerezza, un fenómeno de persona.



-En 1998 Adidas dejó de vestir a Huracán. ¿Por qué fue?

-Por la situación de Gatic, ese fue el problema. Se presentaron muchas cosas y tuvimos que poner un freno.



-¿Qué fue de su vida laboral una vez que quebró Gatic, en 2004?

-Me dediqué a instalar fábricas con industriales del calzado vulcanizado y ahora recuperé una marca propia, Envión, que también vistió a mi querido Huracán. Seguiré luchando porque mi pasión es la industria y, como digo en el final de mi libro, voy a morir con las botas puestas.



-¿Sigue al club en la actualidad? ¿Lo mira?

-¿Cómo no lo voy a mirar? Soy muy fana y mis hijos más que yo. 






Por: Marcelo Benini (@MarceBenini


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