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Foto: Club Atlético Huracán |
Párrafo aparte para la actuación del arquero Dreer, que amargó al equipo de Mohamed quedándose con la pelota en todas las situaciones de peligro que generó el local. Primero, le tapó un mano a mano a Andrés Chávez tras un remate potente de zurda, y en la misma jugada, se quedó con un cabezazo de Lucas Gamba. Tiempo después, atajó una bola increíble procedente de un gran remate de cabeza por parte de Saúl Salcedo. El Globo está salado, no es ningún descubrimiento.
Ya en el complemento, el rendimiento del local fue en picada. Creaba situaciones de gol pero no lograba convertirlas. Todo lo contrario pasaba del otro lado, en la segunda llegada para Emelec Brayan Angulo remató de zurda e incrementó la ventaja sobre el equipo de Parque Patricios. Con este resultado, los de Mohamed estaban fuera del certamen continental y esto se sentía en las tribunas, que se convirtieron en un murmullo constante plagado de insultos y cánticos en contra de los jugadores. El segundo gol de los ecuatorianos fue un baldazo de agua fría para el simpatizante quemero.
Durante los últimos minutos del encuentro, el local insistió e insistió hasta que llegó el descuento de Lucas Gamba a los 90 minutos. De nada servía este gol, ya que el conjunto quemero estaba fuera de la próxima fase. La fortuna no estaba en el Ducó. Tampoco vale echarle la culpa a la suerte, ya que los malos resultados son un conjunto de pésimos rendimientos y falta de juego en conjunto. La intención y las ganas están, se ven, pero no alcanza para marcar.
Los números de Antonio Mohamed con la institución son lamentables. El equipo quedó fuera de la Copa Libertadores y al terminar cuarto también se quedó sin chances de pasar a la Copa Sudamericana. El amor del DT por el club no está bajo discusión, pero esta etapa fue de mal en peor.
Por Matias Palmeiro / @Matipalmeiro en Twitter
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