Caía la noche del viernes y los quemeros iban llegando poco a poco al Duco tras mas de tres semanas sin visitarlo. Las torres de las luces comenzaban a encenderse para iluminar el verde césped, al igual que las ilusiones de los hinchas por volver al triunfo luego de una dura derrota ante Independiente, que dejó a todos preocupados por la actuación del plantel.
Antes de iniciarse el cotejo, entre una lluvia de aplausos y un canto cálido, Mauro Bogado recibía una placa de reconocimiento a los 100 partidos disputados con la casaca del Globo. Luego de ello, de la foto y de los eternos saludos entre excompañeros, Darío Herrera pitó el silbato para que Diego Mendoza diera el primer toque al balón que dio inicio al encuentro.
Huracán empezó mejor que Colón, demostrando que durante la semana trabajaron algunos errores que habían cometido en la fecha pasada, ya que a los 4’ tras una falta hacia el capitán Mancinelli, el local ganó un tiro libre que fue ejecutado por Lucas Gamba cuyo remate fue desviado por arriba del travesaño por parte del platinado Damonte. El conjunto quemero llegaba más que el sabalero, buscando abrir el marcador de todas las formas posibles y con las chances que se le daban, pero ninguna se concretaba de forma correcta, como el tiro libre a los 15’ que tuvo tras una falta de Fritzler sobre Roa, el cual pateó Gamba pero Burian logró sacar con los dedos mandando la pelota hacia el córner, pero que más de uno la vio adentró, agarrándose la cabeza porque no lo podían creer. También Roa, a los 19’, tuvo la chance en sus pies de abrir el marcador tras una gran corrida de Auzqui y posterior pase al colombiano, quien la controlo mal y nuevamente el guardameta de Colon atajó. Otra fue a los 23’ con una combinación entre Mendoza, Auzqui y Chimino, tras la cual el defensor quemero se animó a tirar al arco, pero su remate se fue por arriba del travesaño. Por su parte, el conjunto de Eduardo Domínguez llegaba poco, hasta los 26’ con un pase en profundidad hacia Zuculini, quien probó desde afuera del área, pero el balón se fue desviada cerca del palo derecho de Marcos Diaz. A partir de allí el encuentro se equilibró, ambos equipos buscaban romper el 0 a 0 y el clima empezaba a calentarse, ya que Damonte, de carácter fuerte, no paró de discutir con Correa y con Zuculini a pesar de las constantes advertencias del árbitro. Los santafesinos querían llevarse a casa los 3 puntos, por lo que Toledo a los 28’ probó con un fuerte remate que el King Kong quemero atajó con su pecho con posterior control del balón. Roa quiso hacer lo mismo a los 30’ tras un lateral, pero quedó incómodo para patear por lo cual su tiro se fue lejos del palo. Lo mismo hizo Auzqui a los 36’ pero se topó con las manos mágicas del arquero sabalero. Las esperanzas en el equipo de Alfaro empezaban a crecer tras las reiteradas oportunidades que tenían y el esfuerzo por dar el primer grito de gol, pero todo se oscureció a los 39’, ya que Israel Damonte perdió la pelota en el medio campo ante la viveza de Correa, quien le dio el pase a Chancalay y este remató al arco, y con la “ayuda” de Mancinelli, quien intentó sacarla, termino abriendo el tanteador para la visita. Ese gol fue un baldazo de agua fría para todos, porque Colon no había hecho tantos méritos para que estuviese ganando, más aún lo fue para el equipo, ya que los nervios y la presión le jugaron una mala pasada, debido a que 3 minutos mas tarde otra vez el ex estudiantes perdió el balón en la mitad de la chancha y, con una fulminante contra, Chancalay volvió a marcar para Colón dándole el 2 a 0 y yéndose al entretiempo relajados. No sucedía lo mismo para el Globo, la preocupación por cómo remontar ese resultado rondaba en la cabeza de todos.
Para distender un poco a los hinchas que estaban con una mezcla de calentura y tristeza, porque las ilusiones de seguir ahí arriba en la tabla se derrumbaban, empezaron a desfilar los distintos Huracanes que hay en el mundo, que son un total de 125 que comparten la pasión por un globo, con sus respectivas banderas que identificaban de qué ciudad o país eran.
Tras esa visita, los últimos 45’ comenzaron a jugarse. Por el lado de los dirigidos por Domínguez el objetivo era mantener ese resultado y sostenerlo para llevarse los 3 puntos, pero por el lado de los de Alfaro la meta estaba en empatarlo o darlo vuelta, con el propósito de dejar los puntos en casa y continuar con la racha sin derrotas como local. Sin embargo, las cosas empeoraron porque a los 5’ Auzqui recibe la roja y es expulsado tras una pisada innecesaria a Fritzler, dejando al Globo más comprometido aún. Como las imprecisiones ante los tiros libres, pases y remates, el dt decidió mover el banco y mandó a la cancha a Walter Pérez por Damonte y a Andrés Chávez por Mendoza. El ingreso del juvenil quemero, le renovó los aires al equipo y desde que entró metió, buscó, haciendo despertar a sus compañeros. Por lo que obligó al dt sabalero a meter variantes a los 15’, ya que Huracán, con uno menos, empezó a buscar el descuento de la mano de Gamba, Pérez, Roa, Rossi. Pero Alfaro para lograr eso, apostó por jugar con línea de tres e ir por todo, debido a que sacó a Pablo Álvarez a los 27’, porque estaba amonestado, y lo reemplazó por Briasco. Tras esas modificaciones y el aliento constante por parte de la hinchada, apareció el gol en los pies de Lucas Gambas, quien había buscado e intentado durante toda la noche, pero no se le había dado. Ese tanto reavivaba la llama de las ilusiones, los jugadores sintieron el apoyo de su gente y fueron por más, por lo que a los 29’, tan solo dos minutos habían pasado, entre una serie de pases entre Gamba, Briasco y pase a Roa, el colombiano anota el 2 a 2 igualando el encuentro. Un empate que enmudeció al banco santafesino e hizo delirar de alegría al pueblo quemero. No había palabras para explicar lo que se sintió en ese momento. Allí los dos equipos reaccionaron y dieron todo por anotar el 3ro, ya no importaba ganarse una amarilla con tal de cortar un ataque, como lo hizo Mancinelli a los 33’ ante una corrida de Chancalay que se iba solo hacia el arco de Marcos. Pero hacer eso no le fue fructífero a Colon, porque a los 37’ Godoy le cometió falta a Gamba dándole un lindo tiro libre a Huracan, pero no se imaginó que de ahí iba a surgir el último gol y el triunfo quemero, ya que la ex Unión ejecutó con tal fuerza y confianza que la pelota se clavó en el ángulo del arco de Bulian, quien nada pudo hacer porque el balón se había desviado en el polaco Bastia. Sufriendo como siempre hasta los 49’ adicionales, el Globo logró algo que no se daba hace tiempo, ir perdiendo 2 a 0 con un jugador menos y terminar ganándolo 3 a 2. El partido tuvo tanta emoción que no caben palabras para describir lo que se sintió. Lucas Gamba se lució en la noche, al igual que Walter Pérez, Roa y Briasco, quienes le dieron brillo y luz a un partido que se había oscurecido y que parecía que no tenia remontada. De esta manera el equipo de Alfaro quedó 3ro en la tabla con un partido menos, lo cual esta para un festejo quemero.
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