El conjunto quemero viajó unos kilómetros para disputar la fecha 21 ante Patronato, pero parece que en el trayecto perdió la brújula que le indica el camino del triunfo, y en eso también se le difuminaron las ideas del buen juego y las ganas de sumar.
Para la gran mayoría el partido de ayer era ganable debido a las condiciones en las que el rival se encontraba, sin desmerecerlos: último en la tabla y luchando por mantener la categoría, teniendo su mayor punto débil en la defensa. Se reunían todas las condiciones para que Huracán comenzara a sumar de a 3 y romper esa racha negativa de 4 partidos consecutivos sin escuchar el grito del triunfo, pero una vez más ese sueño se convirtió en pesadilla y se inició a las 17:10hs a partir de que Pablo Dóvalo diera la orden, ya que el Patrón se adueñó de la pelota desde el minuto cero y fue quien buscó todo el tiempo la victoria. Por su parte, los de Parque Patricios salieron a la cancha con un nuevo planteo táctico, con varias modificaciones, de cara a la doble competencia que se le viene, aunque nada de ello dio resultados positivos, porque la falta de entusiasmo aún continua afectando al plantel y se hizo notar en su manera de jugar, debido a que no patearon al arco en los primeros 45’, no generaron situaciones peligrosas, más que un tiro libre que ejecutó Toranzo, el resto fue todo del local, quien aprovechaba cada mal pase y la desconexión entre los jugadores de Huracán para buscar su llave de gol, y lo logró en el segundo tiempo a los 10’ tras un córner, un cabezazo de Bravo y un grosero error de Silva. Tras ello, el Turco hizo variantes: Roa salió por Barrios, Briasco por el tan ansiado Hernández y Mendoza por Garro, pese a ello todo siguió igual y el equipo caía derrotado como el sol en la tarde. Los once no hicieron nada para revertir la situación, porque no tiene mucho sentido intentar igualar el cotejo en los últimos minutos siendo que tuvieron 90’ para lograr eso y rescatar un punto, cuando el objetivo claro era ganar. Como si fuera poco, Lucas Barrios fue expulsado y el equipo quedó con un hombre menos.
Así se consumió el encuentro, el cual fue más un sufrimiento que un disfrute para los quemeros, debido a que ningún jugador se destacó por sobre los demás y a esta altura ya no se puede elegir “la figura del partido”. Todos pedían por el “Travieso” para verlo jugar y demostró poco. Por su parte, Andrés Roa, tras su lesión, parece que perdió esa magia que tiraba en cada balón que tocaba con sus pies, y su bajo rendimiento se hace sentir. El medio campo, con o sin doble 5, sigue siendo un espacio libre para que el rival salga de contra.
El Turco no le encuentra el rumbo al Globo y el equipo, o no esta conforme con sus planteos e ideas, o no entienden su propuesta, y a esta altura lo único que se sacan son conclusiones y aparece cada vez más una gran incertidumbre, ya que jugando así los partidos venideros se ven oscuros, tanto por Libertadores como por Superliga.
De esa manera, Huracán acumuló su 5to partido sin regalarle un triunfo a sus hinchas, y lo único que les dan es dolor, angustia, bronca y preocupación, porque de estar 4tos en la tabla ahora están 7mos, al borde de quedarse fuera de la Copa Sudamericana.
Por: @deborah_nohe22
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